Me gusta que he fracasado antes.
¿Confundido? No soy yo. Déjeme explicar.
Llegué al aeropuerto Barajas a las ocho de la mañana, y la primera cosa que noticié fue que había traducciones de “salida”, “equipaje”, y “aduana*” (customs) en inglés… y que las versiones inglesas estaban encima de las españoles. Esto, y la presencia de otros estudiantes estadounidenses, me pusieron en un humor inglés cuando debía haber pensado en español. Por causa de esto, no comprendí casi nada de la taxista que llevó a mí y a mi compañero de piso del avión a nuestra casa nueva.
Yo soné el zumbido* para señalar a nuestra señora, y cuando preguntó —Quién es?— solo podía pensar en —Somos de los Estados Unidos—. Como si yo quisiera añadir —¡Y vamos a conquistar este país!—. Ay, ay, ay.
Fuimos por escaleras al apartamento, donde nos dio la bienvenida nuestra señora, Rosario Sánchez. Ha sido la sede de otros estudiantes estadounidenses en años pasados, así sentí más tranquilo* y seguro* porque ha oído el mal español de esas personas. Y cuando empecé a hablar y añadir a la conversación, podía comprender más de ella, aunque mis oraciones fueron fragmentos y mis palabras no dijeron lo que quería que dijera.
Porque no he sido perfecto (especialmente en español y generalmente en el semestre pasado), no temí fracasar en la conversación, y mi entendimiento* de español mejoró. Quedé dormido al mediodía sonriendo.
Estadísticas del primer día
• Una hora de sueño* (la forma sustantiva de dormir; no había sueños) en el avión. No podía dormir sin mover algo en un modo que, desafortunadamente, no podía mover.
• Cinco amigos del aeropuerto Barajas: Michelle, Sean (no Carl), Carl (no Sean), Amanda, y Jacob (compañero de piso y de una clase de biología)
• Aterrizaje* a las ocho menos cinco
• €40 (€20 de mí, el resto de Jacob) para el taxi
• Dos horas hablando con Rosario Sánchez. Como cada madrileño, ella puede hablar hasta las vacas regresen a casa. (No creo que éste sea un dicho en español, pero no me importa.) Necesito esto.
• ¡Un kiwi fantástico!
• Cuatro horas y media de siesta desde el mediodía hasta las cuatro y media. ...La reunión en un café con los compañeros empezó a las cuatro. Afortunadamente, todo el mundo todavía estaba allí.
• Una hora de gran aventura por la noche desde Tirso de Molina hasta la Calle de Rodas
• Un primer sitio nuevo para mi navegador: El País
• Un día largo, interesante, fascinante, estresante*, llena de viajes a pie y en el metro, y que nunca olvidaré (en parte porque he escrito sobre ello :P )
• ¡Ah, uno más! Seis canciones en inglés por radio y tele, incluyendo "Lady Marmalade", "Somewhere (Beyond the Sea)", y "Viva la Vida" (¡irónicamente!)
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