20 February 2010

La esperanza haitiana

El País es mi página de inicio para que yo sepa de las noticias madrileñas de que puedo tomar fotos y para que mejore mi capacidad de leer. (Ya está bien, pero por supuesto no es tan desarrollado como la de inglés.) Hoy leí este artículo sobre un barrio en Haití, y me gusta mucho porque habla sobre algo de que creo que nadie más que el periodista de El País, Ramón Lobo, escribiría. Si conoces a alguien que pueda traducirlo más o menos para ti, o si Google Translate puede hacer la tarea, merece la pena leerlo.

19 February 2010

Casi una promesa para la Cuaresma

He dejado de hablar inglés para la Cuaresma.

...

Pues, más o menos. Lo digo con el conocimiento* que es imposible. Voy a fracasar y, de veras, ya fracasé hoy, ayer, y el miércoles. Esto no es el programa de honor que tomaron Ben, Kateri, Cari, y Lisa con su regla de NO INGLÉS; hay demasiadas personas que no necesitan hablar español todo el día y todos los días. Lo sé, y estoy contento en este conocimiento.

Por supuesto quiero hablar más español que ya hablo, pero si yo digo nada en inglés será más difícil desarrollar mis amistades entre mis compañeros del programa. Me he dado cuenta de que no debo dejar de hablar inglés con ellos por completo, así necesito encontrar mi español en lugares diferentes.

Pero ya encontré mis fuentes españolas, pues tengo un esquema flexible (estrés en flexible) para mi habla, según el cual:

1) Mi blog está en español. Por supuesto.

2) Los pies de foto de Facebook están en inglés. Quiero que todo el mundo comprendan mis imágenes, así su información debe ser clara para todo.

3) Todo el resto en Facebook está en español. Incluye las actualizaciones, las charlas, los comentarios, y los foros entre compañeros en el programa. Es que no quiero dejar de usar Facebook porque con ese programa no uso el español escrito informal.

4) Voy a ver los programas de tele [LINK Pasapalabras] y [LINK Ver y cocinar]. Ambos están en YouTube, pues puedo verlos sin preocupación del tiempo del día ¡ni de gastos!

5) Charlaré por Facebook en español, pero por otros modos (MSN, AIM, etc.) voy a usar inglés. Es que tengo amigos en Inglaterra, Irlanda, Alemania, y Francia, y estoy seguro que no necesitan/quieren hablar español. ...Sí, es verdad que la mayoría de mis amigos no hablan español y todavía hablo con ellos en este idioma, pero por causa de que estudian en otros países quiero usar nuestro idioma universal.

6) Los correos electrónicos a mis padres y otros parientes están en inglés. ...A menos que quieran escribirme en español. ¡Por supuesto puedes hacerlo! ¡Me da igual!

7) Las tarjetas postales estarán en español. ¿Por qué? Porque por eso parecerán más exóticas y extranjeras, ¿no?

8) Mi habla entre amigos aquí está en inglés. Lo sé que es un poco extraño (“¿De veras dejas de hablar inglés con esta guía?”), pero según ya se dice más arriba, no quiero que hablar conmigo sea una tarea; quiero divertirme de mis amigos. (Y podemos construir un refugio inglés si lo necesitamos.) Pero hay personas con quienes ya hablo en español, pues quiero que estas amistades queden en el mundo hispanohablante para siempre. Se es posible.

9) ¡Por fin tengo intercambio! Nunca conocí lo primero porque estaba en Francia y Sevilla y porque él ya tenía otro intercambio, así “me engañó”. :P Pero ahora tengo otro, pues tengo una fuente española constante. Ahora no necesito hablar español con los amigos en el programa (que no ya hablan conmigo así) para aprender hablar español informal.

10) Puedo cambiar estas guías según el desarrollo de mi habla y la de mis compañeros. Puedo cancelar 8) o hacer algo más que añade español a la mezcla de mi vida.

Vale, pues es todo. No dejo de hablar inglés exactamente, lo confieso, pero me prometo (y a Dios, y a vosotros) que usaré más español que ya uso. Quiero que en julio el español sea fácil y el inglés sea difícil. :D

18 February 2010

¡Muchas fotos!

¿Te mentiría? ¡Oh, no! Tengo más fotos, éstas de Carnaval y mi tiempo en (¿en? ¿cerca de?) los Goya.

Tengo otra entrada escrita en un cuaderno. Voy a publicarlo aquí tras escribirla a máquina. Explicaré los pies de foto ingleses en el álbum más arriba.

12 February 2010

¡Más fotos!

¡Aquí!

Esta noche empieza la Carnaval en Madrid, así habrá más fotos. Y también con los Goya el día de domingo.

09 February 2010

La Leyenda del Piso: El Calabozo* Encerrado

::+entrada de la música de la historia de Hyru—no, Madrid::

Este cuento empieza con la Gran Búsqueda.

Tras la Primera Esperanza y el Atraco* al Cuarto, el héroe encontraba tres lugares más para visitar el vigésimo séptimo día del año de nuestro Señor dos mil diez. Dos de los dueños eran simpáticos y ofrecieron buenos pisos, pero se descubría La Perfección en el Paseo de los Jesuitas, número 16, donde por la entrada 4-H estaba buena calefacción, buen precio, y la Mejor Cosa, acceso a la terraza. Todo en orden, nuestro héroe pagaba la fianza y el primer mes de alquiler ocho días tras el Buen Encuentro (que Dios bendiga a su mentor que le dio el piso).

La última cosa era mudarse al Gran Piso. así, el domingo antes del trigésimo noveno día de 2010, el héroe preparaba su equipaje para la Excursión. Tras sus clases el 39 día (y tras una siesta; nuestro héroe es un ser humano), cogía sus cosas de su piso temporal y empezaba su viaje. Y aquí nos le reunimos.

::+entrada de la música del mapa::

* * *

Ay de mí. Fue difícil, pero +lo hice.

De veras, me encontráis al fin de mi viaje. El narrador os dijo malo, y ya dormí una noche en mi piso. Pero voy a contaros lo que pasó, porque es un gran cuento.

* * *

Salí del piso de mi señora a eso de las 17:30. Llevé tres de mis cuatro bolsas: mi bolsa para mi cámara, mi mochila más grande, y mi maleta que pesó una tonelada de mierda. Porque mi piso estaba en la segunda planta (nuestra primera planta en EE.UU. a causa de que es la primera del suelo, mi viaje empezó con escaleras.

En seguida* que +salí del edificio, vi la colina* de la Calle de Embajadores que conocía como hogar y dije, “Mierda.” Subí la colina, lo cual no fue tan desmoralizador* como las personas que me miraron. Oía que mudarse por Metro y las calles no es normal, pero no iba a +pagar por un taxi. Estupideces*. Vale la pena ver las caras inquisitivas* en vez de comprar la distancia vehicular con dinero suficiente para una comida.

Entonces las escaleras en la boca de Metro en La Latina. Claro, fueron mecánicas, lo cual hizo más fácil llevar el equipaje. Pero seguí llevándolo torpemente*, así fue un bien (pero no más que bien) inicio de +un viaje por Metro que me sacó adelante a Ópera, Príncipe Pío, y +por fin Puerta del Ángel. Hube que correr un poquito (¡con mi equipaje!) para subir al próximo tren a Puerta, y tras usar un buen donante como cortina* para evitar un mendigo*, salí de la boca y anduve…

…al +Paseo de Extremadura. ¡Y creía que fuera difícil esta colina! Ésa necesité subir por más o menos una tercera de un kilómetro mientras esquivar* los viejos que decidieron que ahora fue tiempo perfecto para pasar andando los escaparates* y cruzar las calles. Despacio. ¡TODOS LOS ELLOS! ¡DESPACIO! No estoy en contra de los viejos; es que mientras llevar el equipaje en subida*, quiero pegarles en la parte posterior de la cabeza a los quienes andan despacio.

Podía pegarles a eso de 1.500 viejos, qué tiempo hubo en andar por el paseo. Tienen razón llamar el Paseo de Extremadura. Ay, qué dolor. Esperaba en tener +un caballo.

Por fin pude doblar a la izquierda en la Calle de Guadarrama, la cual es al parecer el comienzo de +la zona para previsiones. Habría mirar los precios bajobajobajos de comida, pero con el sudor que llevé, es probable que ellos no me dejaran entrar. Pues, vine andando. (Y de veras podía hacerlo esta vez. Menos viejos.)

Doblé a la derecha en el Paseo de los Jesuitas y busqué el número 16. Como dijo ese narrador que embellece, estaba allí dos veces antes de ayer. La que no tenía, sin embargo, era una llave. Y gracias a mi mentor (…vale, que Dios bendiga), ¡ya tuve tres para elegir! Yo—

Esperad un minuto. Tomemos una siesta aquí. (Porque yo la tomé.) Toda esa +música de Zelda con que he rociado este cuento fue para daros la sensación de que éste sea un Gran Viaje digno de un nivel en un videojuego. En realidad, yo no sentí como Link. Solo sentí como alguien que se mudaba por la ciudad. El narrador quería el sentido de Link, y no puedo controlarle. (Las fuentes de la música, a propósito*, están aquí y aqui)

Aquí, por lo contrario, en el frente de mi nuevo edificio, es dónde todo pasa. Aquí, de veras sentí como el protagonista en un partido de Zelda. Y para daros un anticipo* del sentido de subir cuatro plantas por escaleras (cuatro, no tres) con un poquito de luz, os presento a vosotros +esta música de fondo.

Volvamos al cuento. Cuatro plantas por escaleras, una maleta con ruedas llena hasta el borde*, una mochila, y una bolsa para mi cámara. (Y si conoces mi cámara y sus lentes, sabes que una bolsa para ellas es torpe para llevar con algo, como todas sus posesiones españolas.) Pensaba en apropiarme* de un piso en la segunda planta, pero no quería ocuparme del robo, pues subí por el dolor. (Ay, soy dramático.)

Llegué a la cumbre* y encontré +mi último enemigo, más para asustar* que las colinas, los viejos, y las escaleras: la puerta blindada. Mi mentor (…la paz sea con ella) dijo algo sobre cinco tipos de cerraduras (uno para abrir el pestillo y uno por cada de los cuatro postes), así estuve listo para una pelea.

Pero no espero dos minutos de solucionar un rompecabezas.

Giré una vía la llave. Oí un clic mientras se movía un poste. …Cuál vía, no supe. Continué la vuelta y oí otro poste. Anduve girando hasta oír los últimas dos postes.
“Vale,” pensé. “Lo comprendo más o menos ahora.” Al menos, es lo que quería creer. Pero con mi mente cansada, las capacidades y seguridades mentales no estaban allí.

Giré* la otra vía la llave. Oí un clic, dos, tres, cuatro. “Ellos parecieron abrir,” me dije. Así, giré la llave un poco más hasta encontrar resistencia y empujé la puerta.

+Nada.

La traté otra vez.

+Nada.

La giré la otra vía, oí los cuatro postes, y empujé.

+Nada.

“¿Qué pasa?” pensé. “He de perder algo. …¡Dios mío, pasa en cada rompecabezas de Zelda! Justo al encontrar la medida* que necesito voy a sentir estúpido, pero hasta entonces ¡no tendré nada idea!” Me fui de la puerta y examiné todo que estaba en la cabeza.



+Nada.



Podía sentir +el fracaso. Había venido desde La Latina hasta el Paseo de los Jesuitas, sobre colinas y por líneas de Metro, para perder en un juego mental. Casi no parecía que valiera la pena. Se eché a construir mi propio cuarto afuera de la puerta.

De pura costumbre giré la llave en dirección que supuse la abriera. Un clic, dos, tres, cuatro, como antes. La empujé otra vez, sin querer giré con un poco más fuerza que antes—::+CLIC::

::+crujir*::

::+abrir::

¡ÉXITO! ¡Le gané al calabozo!

Y ahora soy su jefe.

::+méritos del fin::

05 February 2010

Un plan (fortuito*) para perder peso

Os prometo, no sufro aquí físicamente. Por lo contrario, siento mejor que en los Estados Unidos. ¿Por qué? Porque me adhiero* (sin intención, caí en este plan) al plan de pérdida de peso del Estudio Extranjero. ¿Cómo lo hacéis? ¡Es fácil! Simplemente seguid estas instrucciones:

1) Traer un par de pantalones que casi no te cabe. Se puede usar como el “control experimentado” en caso de que hay más pantalones que te caben mejor y que deja entrar dudas en sus “resultados.”

2) Usar el Metro. No, de veras, puedes usarlo. No tienes que andar a pie a todos sus destinos. El Metro está lejos del superficie de la Tierra, pues necesitas bajar y subir muchísimas escaleras, mecánicas o no. (Si usara las mecánicas, estaría bien, siempre que* corrieras.)

3) Comer la comida española auténtica. Se usa aceite de oliva, no aceites peores, y casi no hay conservantes*. (Pero de ninguna manera los llames “preservativos,” porque esta palabra significa “condoms.” No hay preservativos en la comida española. ...No los he visto.)

4) Cambiar su horario de comer. El desayuno es similar al de los Estados Unidos, aunque aquí suelo tomar tostada con Nutella (¡!) y zumo de piña y uva. El almuerzo es pequeño, casi como merienda, pero la comida (la verdadera “lunch”) es GRANDÍSIMO; en el menú del día de la mayoría de los restaurantes y cafeterías, hay dos platos llenos, pan, postre, y vino. (Voy a hablar sobre el alcohol abajo.) ¡Y casi nadie de los madrileños se han engordado! ¿Por qué? Porque todavía tienen que trabajar después de esta comida* grande. En los Estados Unidos, por lo contrario, seguimos la comida más grande del día con... la tele. (Y la tarea, si eres responsable, estudiante.)

5) Está bien beber alcohol con cualquier comida. Es posible que esté con los estudiantes de la Complutense, pero casi todo el mundo que come en su cafetería bebe una botella de cerveza (Mahou) o un vaso de vino tinto. Es lo mismo, más o menos, en el mundo adulto. El vino tinto está bien para tu corazón (en cantidades pequeños, por supuesto), así bebo el vino antes de la cerveza. Y estoy bien.

Todavía no me he pesado, pero el “control experimentado,” un par de pantalones de Basic Editions con taller de 36”x30”, me cabe muchísimo mejor que en mi patria. Parecería que no necesitara comprar pantalones con taller de 38”x30” para este viaje. Meh. He aprendido.

03 February 2010

Me explico.

[Here's the English version. I can't rely on Google Translate for this.]

Qué extraño, ya he contado* con esto.

...Vale, no de veras he contado con esto. Simplemente había preparado sin querer* todas las herramientas enfrente de mí para poder hacerlo. Además*, cabe de una manera rara* mi carácter.

Hablo de mi decisión de no usar Facebook ni Gchat, o a lo menos los usan en pocos tiempos, ya que llevo una mes en Madrid. Ya sé que hay personas que lo desaprueban*, pero tengo buenas razones.

La más grande ya he dicho: Quiero asegurarme conseguir lo más posible de esta experiencia. Mis amigos que estudiaron en un programa en la escuela secundaria que prohibió* en todo el inglés soñaban en español tras cinco semanas, creo. En cuatro semanas, no puedo esperar en subir a esa nivel tan temprano como ellos. Ni solo han usado inglés todos los días mis amigos aquí (aunque esto cambia esta semana), pero también toda la comunicación entre mí y mi hogar me ha atado* demasiado a mi lengua nativa. Si voy a estudiar aquí en todo, necesito tratar de hacerme un madrileño de toda manera.

La segunda razón... es que mi maestra de sintaxis me eligió así. El segundo día de clases, ella lamentó la falta de desarrollo* que han hecho muchos estudiantes recientes en aprender hablar español. Echó la culpa* a dos fuentes: Facebook y Skype. Antes de estos, los estudiantes podían desconectarse con más eficaz de los Estados Unidos y conectarse más con España y su idioma. Con la popularidad de estos dos aplicaciones asesinas*, aunque, viene una caída* en el desarrollo lingüístico. En el fin de su tiempo en España, los estudiantes (en su experiencia) han aprendido menos español que sus compadres de la edad antes de chat por video y actualizaciones* de estado.

Tomé a pecho* este consejo (¿amonestación*? ¿codazo*? ¿experiencia del pasado?). Afortunadamente, hacía suficiente para hacer esta transición menos difícil.

Por un lado, tengo este blog. Quise proveeros actualizaciones, pero también quise practicar mi español y (sí, es un poco egoísta*) que sentáis mi duelo lingüístico. X-D La cascada* de palabras en español en la pantalla se aproxima* (espero) al sentido que tengo cada vez que oigo a un hispanohablante. (Por supuesto, vosotros tenéis Traductor de Google, así Sergey Brin os dio una ventaja injusta*.

Por otro lado, llevo un mes “rompiéndome” de vosotros. Durante las primeras cuatro semanas, yo charlé con la gente de la sala de redacción,* un amigo de Londres, y otras personas que echo de menos* un poco aquí. En particular en la segunda semana, cuando llegaron Las Tres Perdiciones de Mi Existencia, necesité esa conexión de hogar. Además…

::suspiro*:: Parece tan débil* y necesitado*, pero quería saber que me echéis de menos también. Por hablar con la gente de la sala de redacción y de Londres, me di cuenta que mi presencia de veras os importaba, y eso hizo más fácil la separación.

Ahora mismo, por lo contrario, gano algunos puntos de apoyo* aquí. Tengo un piso (¡con acceso a la terraza!), empiezo a comprender las distinciones sutiles* del idioma (aunque todavía necesito mucho trabajo con el vocabulario, como veis con los *), y lo más importante, ya tengo un buen grupo de amigos aquí. Visitamos a Toledo, a Sevilla, a clase, y hoy a Ikea (¡!), pues empiezo a adherirme con ellos suficiente para no necesitaros tanto como antes. Por supuesto todavía os necesito, y espero en regresar y volver suavemente a mi círculo de amigos y familia, pero como no puedo traeros aquí, tengo un grupo aquí que puede llevarme por los cinco meses.

No significa que corto el cordón* completamente. Enviadme mensajes o correos electrónicos si estáis de ánimo de hacerlo, y voy a contestarlos tan pronto (y en mi mejor inglés) como es posible. Nada puede ser perfecto aquí (¡mirad la economía!), y es posible que yo vaya a necesitar la garantía* que todo está bien allá. Sin embargo, ESTOY EN ESPAÑA, y es probable que no regrese aquí otra vez (¡a menos que* el fotoperiodismo va perfectamente!), así voy a hacerme en español tan completo como puedo. Gracias a todos los vosotros por su apoyo, y espero en volver a vosotros con cuentos, souvenirs, y un mejor entendimiento* del mundo y su gente. (¡Yo debería obtener algo; alquilar un piso es caro!)

¡Deseadme suerte! ¡Quiero oír vuestros cuentos cuando vuelvo en julio!

01 February 2010

¿Qué hice en Sevilla este fin de semana?

Hice esto:

Viernes
• Llegué en Sevilla a las cuatro, más o menos
• Llevé tres horas con Jacob, Dylan, y Ken esperando las mujeres (tuvieron que subir otro autobús que salió de Madrid a la una) (lo sé, somos caballerosos*)
• Fuimos al hostal Oasis en la Plaza de la Encarnación
• Compramos vino para beber en la terraza del hostal

Sábado
• Fuimos a una visita guiada a pie* por la Sevilla antigua (habló de los musulmanes, las iglesias, y la mezcla (y la destrucción, en el caso de los judios) de culturas)
• Almorzamos cerca de la catedral (es la iglesia gótica más grande del mundo) (tuve una paella llamada Fideguay que, lo siento, pareció muy alemán)
• Visitamos al Alcázar
• Fuimos a un bar flamenco (ahora da sentido el URL de mi blog :D )
• Compramos vino para beber en la terraza del hostal (¡como era en Paris!)

Domingo
• Alquilé una bicicleta del hostal a las ocho y media para andar por Sevilla
• Fui a la catedral para la Misa (¡podía comprender todo! ¡qué guay!)
• Escribí en un Starbucks en la avenida Alfonso XII (siento por ser americano...)
• Subimos al autobús a las dos y media
• Regresamos a Madrid a las nueve, más o menos

¡Hay fotos!